Mozos (II)

Benínar 1902. El año comenzó con algunos cambios.

José Moral Gallegos es el nuevo alcalde. Su elección fue por mayoría aplastante. El nuevo mandato comienza con la convocatoria de nuevos quintos, los nacidos en 1882.

Hallábanse en el salón municipal de este pueblo reunidos, por una parte el señor alcalde y los concejales y por la otra el señor juez municipal, el regidor síndico y el medico.

Año tras año el procedimiento era el mismo.

En la puerta del ayuntamiento se arremolinaba nuestra juventud, veinteañeros que se querían comer el mundo, algunos con ansias de salir de allí, con hambre de conocer que había más allá de las montañas que los habían visto nacer.

“Según el artículo cuarto de la ley de Reclutamiento y Reemplazo…” susurraba el señor juez mientras ordenaba los libros del Registro Civil y sin perder de vista la relación emitida por el señor cura párroco, “ …procedo a formar el alistamiento de los mozos nacidos en 1882”.
“Diez mozos hay este año” le comentaba un concejal al alcalde.

Mientras median a nuestros mozos, Juan Sánchez López esperaba un año más sentado en el Reducto. Esperaba su turno, deseaba oír su nombre cuanto antes, tenía que regar el bancal de patatas en los Majalones. Todos los años debía pasar revisión médica. Su reemplazo era el de 1898, el de la guerra contra los yanquis, “de buena me libré”, pensaba.

Don Ricardo, el medico, los reconoció uno a uno, “¡¡¡con veinte años, este clima y este agua… cómo van a estar…!!!” se repetía cada vez que ponía el fonendoscopio en los pechos de esos rostros imberbes. A todos los había ayudado a nacer, les había curado las heridas, los huesos rotos de las travesuras, las infecciones y la fiebre.

Como si de una obra de teatro se tratase, los personajes después de su actuación se iban retirando. Sólo quedaron el señor alcalde y los concejales, debían tratar un tema crucial para el cabildo, el puesto de secretario estaba vacante y sólo una persona había optado a él. La decisión fue unánime, Juan Sánchez Sánchez, el anterior alcalde fue nombrado para susodicho puesto, con un sueldo anual de 800 pesetas pagaderas por trimestres.

Mientras, el mozo Facundo Sánchez Quero desde un rincón observaba…

Saludos Benínar.

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