Hace unos días, el ocho de marzo, se cumplían 100 años del libre acceso de las mujeres a las universidades. Hasta esa fecha toda mujer que quiso estudiar debía pedir permiso a las autoridades académicas. Estaba mal visto por la sociedad que una mujer estudiase.
La Real Orden, publicada en la Gaceta de Madrid decía así:
"S.M. el Rey, se ha servido disponer... que por los Jefes de los Establecimientos docentes se concedan, sin necesidad de consultar a la Superioridad, las inscripciones de matrícula en enseñanza oficial o no oficial solicitadas por las mujeres, siempre que se ajusten a las condiciones y reglas establecidas para cada clase y grupo de estudios. Madrid, 8 de Marzo de 1910".
Benínar, ese pueblecito tan pequeño, perdido en las Alpujarras, también tuvo a su Emilia Pardo Bazán.
Los años 20 comenzaban a despuntar, era un siglo profundamente marcado por la Primera Guerra Mundial y la epidemia de la gripe. En Benínar, una niña sobresalía en estudios y capacidad a los demás, se llamaba María Maldonado Sánchez. Al terminar el colegio el maestro le dijo a su madre, Angustias, que era una niña de gran inteligencia y le aconsejó que estudiase una carrera.
Los medios económicos de la familia eran muy escasos, ella viuda y con tres hijos adolescentes. A pesar de todo, hizo la maleta y se fueron a Almería.
María estudió Magisterio, sus dos hermanos se fueron a trabajar a las minas asturianas, poco después Juan volvió y aprendió el oficio de ebanista en la carpintería Fernández de la capital almeriense, Aurelio siguió trabajando en las minas y mandando a su madre todo el dinero que ganaba.
María llego a ser maestra en su propio pueblo pero como ya dije una vez, nadie es profeta en su tierra.
Otras siguieron su camino poco tiempo después, pero son las primeras son las que abren los caminos y derrumban montañas, allanando el paso a los demás. Estas son las primeras en merecer nuestro respeto, cariño y agradecimiento.
Saludos Benínar.
Hoy día, Magisterio tiene el rango de carrera universitaria, pero en aquellos tiempos era equivalente a un bachiller, que ya es bastante, sobre todo si se era mujer.
ResponderEliminarDespués vinieron más mujeres que hicieron magisterio y alguna, como Lola Ruiz Martín, que se quedó en puertas de la Universidad, pero una enfermedadad de su abuela "aconsejó" que abandonara el Instituto Ángel Ganivet de Granada y se volviera a Benínar a cuidarla...
Las verdaderas mujeres universitarias vinieron una generación después y actualmente tienen poco más de 50 años. Entre las primeras está mi mujer y por ello, y por otras muchas cosas más, me enorgullezco de ella. Es una mujer del siglo XXI.
Cuando nos conocimos en 1987, ya estaba terminando su segunda carrera y recién casados iniciamos la aventura de su doctorado. Primero el suyo y luego el mío.
Su carrera académica tiene varios "records". En primer lugar es la primera mujer que en España llegó a alcanzar el grado de Doctor en Documentación, además con premio extraordinario. Otro record la situa en ser la primera mujer que en Benínar consigue dos carreras y un tercer récord es que es la primera mujer también de Benínar que consigue un doctorado. El cuarto récord es que es la segunda persona en Benínar, entre hombres y mujeres, tras el doctor Sánchez Quero (Doctor en Medicina) que consigue el doctorado.
En el tribunal de Sánchez Quero estuvo presente Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina. En el de ella hubo otra persona que no era tan notable como Cajal, pero sí de bastante renombre a nivel internacional, como es Jean Pierre Courtial del Centre de Sociologie de L'Innovation de Paris, a quien Charo y yo consideramos nuestro maestro.
Espero que Charo no me regañe por escribir esto, no le gusta que lo vaya diciendo por ahí, pero es la realidad incontestable y contumaz.
Estoy muy orgulloso de ella.
Hay que decir que buena parte del mérito lo tienen sus padres que comprendieron que ser mujer no impide alcanzar los más altos niveles académicos y que una mujer no tiene por qué estar destinada tan solo a ser ama de casa.
ResponderEliminarMuchos otros padres de Benínar también lo entendieron por aquellos tiempos y sus hijas fueron también a la Universidad.
Señor Rafael, todos sabemos las bondades intelectuales de su señora y entendemos su vena de soberbia, pero querer comparar los estudios y posibilidades de estudiar de ahora con los de hace 90 años me parece ridiculo.
ResponderEliminarReciba un saludo.
Jose Martinez.
Ciertamente tengo razones para enorgullecerme, y según dice usted, yo tenga un punto de soberbia justificada. Qué menos que tenerla cuando te afecta tan de cerca; malo sería no tenerla.
ResponderEliminarLos años 80 del siglo XX no son los años 10 del mismo siglo, no cabe duda, y en ningún momento quiero quitar mérito a Sanchez Quero, por ejemplo. Es más, destaco algo tan importante como que en el tribunal de su tesis estubiera nada más y nada menos que Santiago Ramón y Cajal, que en mi opinión está entre los grandes de la Ciencia.
Las mujeres de aquella época lo tenían muy difícil y llegar a la Universidad era tarea casi imposible. Tanto es así que ninguna beninera llegó. He tenido la fortuna de conocer y tratar a algunas nacidas a principios del siglo que sí lo consiguieron, una almeriense y otra de Aragón, ya fallecidas, que fueron pioneras en la Universidad española, en aquellos tiempos que para ir a clase había que ponerse un velo y sentarse en una mesa aparte; o bien bordar por la noche para pagar sus estudios ya que aparte de ser mujer universitaria era además huérfana.
Pero por favor José Martínez, no caiga en despreciar, como ridículas, las metas alcanzadas por mujeres de nuestros tiempos, siendo como son las primeras que aunque sea en tiempos más recientes lo han conseguido, porque antes de ellas, nadie pudo. Nadie. Sus padres podían haber repetido los arquetipos antiguos y no lo hicieron. Mérito también para ellos.
Siento que los hechos contados por alguien tan cercano a las afectadas no guste a algunos. Lo que subyace en su comentario es lo mismo que subyace tras el habitual "nadie es profeta en su tierra"
Señor Rafael, interpreta usted mis palabras y las tergiversa a su voluntad, en ningún momento como usted dice, desprecio "las metas alcanzadas por las mujeres de nuestro tiempo". Yo no he dicho eso, lo que me parece ridiculo es que usted compare unos estudios de hace un siglo con los actuales y usted, como docente lo sabe y bien.
ResponderEliminarMe parece muy bien que usted se sienta orgulloso de su mujer, faltaria menos, yo como descendiente de benineros tambien lo estoy porque en ella veo el progreso de nuestra sociedad.
Por favor no siga pecando de soberbia, tenga un poco de humildad y no ponga en mi boca palabras que no he escrito.
Jose Martinez.
Le he cambiado el título a mi artículo por otro que me parece más acertado.
ResponderEliminarLo que apunta Rafa es cierto, Magisterio no era carrera universitaria en aquella época pero ahora sí lo es y el título de antes es perfectamente válido hoy en día por eso a María la he considerado como la primera universitaria que tuvo Benínar aunque no fuese a la universidad.
Caso curioso fue el de Antonio Sánchez, que 70 años antes que María se marchó de Benínar para estudiar Magisterio, pero esa es otra historia.
Os ruego un poco de moderación en los comentarios.
Saludos Benínar.
Perdone si le parecen exageradas mis opiniones y peco de exceso de orgullo. Solo quería apuntar unos datos objetivos sobre el tema, nada más. Perdón de nuevo si no lo parece. No lo pretendía.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Rafael.
Un bonito articulo Indaloxes y la fotografia tambien, la verdad q sorprender q haga tan poquito tiempo q la mujer tiene acceso a la universidad y q aun hace menos tiempo (te hablo de cuando yo empece a trabajar) te tenia q autorizar el padre o el marido, de lo contrario no obtenias el trabajo, hemos dado un gran paso hacia adelante las mujeres, en algunos paises pero siento impotencia por ejemplo cuando pienso en la mujer Afgana y en las de muchos otros lugares donde todavia les queda mucho camino por recorrer y es una pena q nadie haga nada por solucionarlo.
ResponderEliminarRafa me encanta todo lo q has escrito sobre Charo hay mucha admiración y amor en tus palabras,
ojala os vaya siempre todo muy bien en la vida, sois dos grandes personas.
Saludos.
Aunque a partir de los años 60 la mujer empezó a entrar en la Universidad (y también muchos hombres, porque la universidad era solo para muy pocos), tuvieron que pasar todavía varias décadas para que hubiera mujeres en todos los estudios. Había carreras en las que era raro ver mujeres matriculadas porque no "eran para ellas" o estaba en cierto modo mal visto.
ResponderEliminarPongo mi ejemplo. Cuando yo empecé en 1979, en la carrera de Ciencias Químicas solo el 10% eran mujeres, pero cuando entramos en la especilidad (cursos 4º y 5º) en mi especialidad, química industrial (hoy llamada ingeniería química), no HABÍA NINGUNA MUJER. Yo tuve solo compañeros y no compañeras. Estaba mal visto que luego las mujeres trabajaran en una fábrica como directoras técnicas, por ejemplo. Trabajar en un laboratorio como químicas analíticas valía pero en la industria, no.
Tanto es así, que al poco de incorporarme a trabajar en la industria oía comentarios tan desafortunados como decir que las mujeres no servían para estar trabajando en planta, dirigiendo obreros, o entrando dentro de un gran reactor para inspeccionarlo, era poco femenino.
Hoy, afortunadamente, en los estudios de ingeniero químico hay incluso más mujeres que hombres estudiando, e incluso CASI se van colocando al mismo ritmo que los hombres. Ni por mi parte ni por parte de ninguno de mis compañeros profesores, hacemos distinción entre hombre y mujer.
Y esto ha cambiado desde hace tan solo 15 años, porque hace 30 era como os he comentado. Hace 50, 70 ó 90 años, ni te cuento.
La verdad q es lamentable,la carrera q está haciendo mi hijo de 75 q creo q son solo hay dos chicas,(Ingeniero industrial mécanico) es q incluso el profesor q nos enseño la uni en la jornada de puertas abiertas( recuerdo q habia un par de chicas) les dijo q mejor q se buscaran otra cosa q eso no tenia salida para las chicas es lamentable no??? en el 2007 oir esas cosas, yo creo q las pobres se quedaron a cuadros.Por desgracia todavia hay mucho machista suelto,
ResponderEliminarSaludos.
Jazmín, efectívamente tu hijo está probablemente en el núcleo más duro y más retrógrado de la Universidad. Las dos chicas tienen ahora que batallar mucho para que se les considere.
ResponderEliminarParece increible que haya gente que piense que para aprender a diseñar máquinas hay que tener gónadas sexuales externas (léase co..nes)¿Qué tienen que ver las neuronas con el género de las personas?
Como diría el otro, manda h..vos.
Esas chicas son muy valientes y es muy meritorio que se hayan atrevido con una carrera que aparte de ser dificilísima, hay gente que encima les pone trabas. El comentario despectivo que todavía se escucha por parte de algún necio en Ingeniería Mecánica, yo lo oía hace 30 años en Ingeniería Química, y hoy día en Ingeniería Química hay incluso más mujeres que hombres y lo hacen estupendamente. Algo parecido pasará en Ingeniería Mecánica, y si no, al tiempo.
Después de un largo fin de semana,me encuentro con un tema, mejor dicho, varios temas muy interesantes.
ResponderEliminarYo, como siempre me pongo a ras de suelo,que es por donde apenas se caminar.
De Doña María la maestra,recuerdo incluso haber asistido,con unos cuatro años ( de mirón )a alguna de sus clases, me imagino que emulando las guarderías de hoy. Supongo que la maestra lo permitía con tal de que su alumna no perdiera ninguna clase, por tener que cuidar puntualmente a algún hermano menor.
Pienso que la escuela ( igual me equivoco ) estaba al lado de la iglesia, en la casa de Juan de Simón o de Isabel Perez.
En lo referente a Charo,sabía los estudios que había realizado, pero ignoraba los " records ". Chapó, al Cesar lo que es del Cesar.
La recuerdo muy pequeñita con los ojos llenos de lágrimas, pero sin llorar,ante la regañina mía al intentar enseñarle a sumar.
Por desgracia, todavía a las mujeres no se les tiene muy en cuenta en ciertos trabajos y toda la sociedad somos culpables.
A mi hija,los tutores en el colegio siempre nos indicaron que debía estudiar ciencias, pues le vehían potencial.Ingenierías, arquitectura...Yo respodía, que no vehía a mi hija, rubia,con una cara tan dulce,mandando a un puñado de albañiles. Entono el "mea culpa" y en mi descargo, solo puedo decir que estaba muy equivocado y que han pasado quince años.En quince años, la sociedad ha avanzado y se ha cambiado bastante la mentalidad.
Mi reconocimiento, a las Benineras Pioneras. Faltan algunas que no hemos nombrado: María la de Adoración, María la del puente...
Saludos, Juan Gutiérrez.
Lo más bonito y valioso
ResponderEliminarpoder hablar y opinar
en los tiempos que corren
no tener que callar
de grandes temas que hablar
siendo la universidad.
Grandes dificulta des atravesaron
aquellos que quisierón estudiar
fueron problemas económicos
de familiares o enfermedad
fueron antes que la Universidad.
De los tuyos hablaras bien
y más siendo verdad
que después del Doctorado
la cátedra conseguirá
siendo mujer de buen grado.
Siendo ella tan educada
de esto no le gusta hablar
el tema es para pensarlo
la vida es una maldad
si a ello no puedes llegar.
Orgullo de su familia
de sus amigos no digo nada
que teniéndola por esposa
su marido esta con ella
queriendola de verdad.
Río Verdad
(I PARTE)
ResponderEliminarSegún el diccionario de uso del español de María Moliner la palabra SOBERBIA la describe como: "Cualidad o actitud de la persona que se tiene por superior a las que le rodean, por su riqueza, por su posición social o por otra cualidad o circunstancia, y desprecia y humilla a las que considera inferiores. A diferencia de ORGULLO , esta palabra no designa una cualidad o actitud que pueda considerarse en algún caso como inofensiva y hasta laudable".
Los comentarios que hace Rafael Bailón en ningún momento reflejan desprecio y humillación hacia los demás; todo lo contrario, expresan un sentimiento de satisfacción, como es natural, de alguien querido y cercano: su esposa, y la satisfacción la extiende a otras personas, sean de Benínar o de otro lugar, que han conseguido méritos parecidos salvando las distancias temporales e históricas; este orgullo lo debería haber entendido mejor José Martínez, puesto que, como él dice, también está orgulloso de ser hijo de benineros, (aunque esto es un hecho circunstancial y no meritorio), y ayudarse del diccionario para no aplicar un adjetivo inadecuado, salvo que el veneno que pueda destilar la envidia -primer pecado nacional- le haya jugado una mala pasada.
Mientras que a José Martínez le parece ridículo comparar los estudios de hace 90 años con los de ahora, a otros nos parece ilustrativo.
No todos sabíamos "de las bondades intelectuales de su mujer", como dice José, o al menos yo no lo sabía del todo, aunque adivinaba la de ambos, puesto que no hay mas que escucharles o leer sus escritos, así como apreciar la labor desempeñada en esta Asociación, para darse cuenta de que no se trata de ningún patán.
Entiendo que: Rafael no está afirmando que José desprecie las metas alcanzadas por las mujeres de nuestro tiempo como un hecho consumado; sino que le está dando un sabio consejo de manera educada y humilde, para evitar que resbale y caiga en ese verbo.
Apunto unos datos que, tal vez, puedan incrementar los que han facilitado Indaloxes y Rafael.
" Hasta el primer tercio del siglo XX la mujer en España debe ganarse su sustento en la agricultura, fábrica y taller, servicio doméstico y en menor número: oficios y profesiones. La R.O. de 2 de septiembre de 1910, por la que el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes declara el libre acceso de la mujer al ejercicio de cuantas profesiones tenga relación con el trabajo, siempre que posea el título académico exigido. Pero esta Real Orden, no logró un alcance intelectual que la capacitó al igual que al hombre en la planificación de la Enseñanza, salvo en las Escuelas de Magisterio y carreras auxiliares de Medicina, como enfermeras y matronas. Tiene que llegar, después de la Segunda Guerra Mundial, para que el trabajo intelectual de la mujer se exhiba como el del hombre".
"En 1943 sólo había 12 Universidades en España con la base de siete Facultades universitarias, impresas de un carácter altamente religioso, y a ellas llegaban la mujer que procedía de las tres clasificaciones sociales: alta burguesía, clase media, intelectual y menestral y muy poca clase obrera"
(II PARTE)
ResponderEliminar"En los años 1930 cuando alguna mujer intentó alcanzar la cátedra universitaria, no era por el alegato de su superioridad intelectual, sino por las relaciones de parentesco ideológico-político con determinado sector del profesorado masculino".
"No siendo hasta las décadas de los 40 y 50 en que la mujer con toda libertad entra como el hombre por la puerta abierta camino de la Universidad sin condicionamientos ideológicos, espirituales o políticos".
" En 1980 para cerciorarse de la capacidad intelectual de la mujer respecto a la del hombre, se obliga a los alumnos que deben hacer su ingreso de selectividad para ingresar en la Universidad, que rellenen unas hojas estadísticas, entre cuyos datos está el nivel intelectual de la madre y del padre. El nivel cultural y económico familiar es medio inferior y salvo tres o cuatro casos entre quinientos, es la mujer superior al hombre en cultura. Hay un mínimo de mujeres con estudios superiores sobre todo en sectores no urbanos".
"Entre 1932-33. sólo un 6 por ciento de la población estudiantil cursaba estudios superiores, esta cifra se elevó al 30 por ciento entre 1966-68. Hay carreras como Filosofía y Letras y Farmacia que absorben un 58 y 54 por ciento del alumnado femenino, reduciéndose en las Carreras Técnicas a un 2 por ciento".
Con este panorama tan poco alentador, se puede ver que la mujer no lo ha tenido nada fácil, de esta manera se acorta el tiempo de los 90 años de diferencia comparables (que nos dice José Martínez) entre unos estudiantes y otras.
Por cierto, los datos extraídos son del libro publicado por la primera mujer que obtuvo la Cátedra en Paleografía y Diplomática de España (otro récord): Doña Josefina Mateu Ibars "La Familia y la Condición de la Mujer (1981)" quien en 1971 tuvo que "pelear" su cátedra puesto que el Tribunal era reacio a concedérsela por su naturaleza femenina, a pesar de la superioridad intelectual con los demás oponentes. Hija, que fue a la vez, de Doña Josefina Ibars Puigvert quien a pesar de ser una de las seis estudiantes que en 1923 se licenció como bibliotecaria en la única Escuela Superior de Bibliotecarias que existía en España, creada por la Mancomunidad de Cataluña en 1914, tuvo que abandonar su trabajo para acompañar a su marido, catedrático, al destino profesional del esposo ; hecho que ha sido bastante habitual hasta épocas recientes.
Mi admiración y respeto a todas las mujeres, quienes, a pesar de los escollos que nuestra sociedad, principalmente, masculina les ha puesto; han seguido trabajando para elevar su nivel cultural y el de este país hasta lograr situarlo en el puesto que le corresponde de la sociedad moderna, y por hacer sentir un sentimiento de ORGULLO a los hombres que las han apoyado.
Pedro Sánchez.
NOTA. Está dividido en dos partes porque, debido a la extensión no lo permitía en una sola.
Pedro Sánchez.
Esto cada vez se parece mas a la inquisición, si alguien expresa lo que piensa, se le censura o lapida publicamente.
ResponderEliminarj.m
Hace dias que queria contestar al tal José martinez y hoy que tengo tiempo lo hago.
ResponderEliminarVeo que estas pendiente a pesar de los dias pasados por si alguien te contestaba y así ha sido. Te ha contestado y muy bien Pedro, aunque no entiendo muchas cosas de las que dice pero lo fundamental si.
En tus palabras habia ganas de fastidiar y hacer daño aunque digas lo contrario. No merece la pena perder mas el tiempo contigo. Aquí y en el foro cada cual espresa sus opiniones y porque los demas no esten de acuerdo como sucede muchas veces, nadie dice:Esto es la inquisición y todos a machacarme, como has hecho tu.
No se que penas guardas en el alma, pero deben de ser muchas cuando arremetes así contra unas personas, que lo unico que ha hecho es estar orgulloso de su cónyuge. Si tu no lo estás del tuyo es tu desgracia que creo que no será la unica que tienes.
Ahora para que veas lo valiente que soy ( como tu ) me despido de ti.
José Martínez López.
El Llano.
Uno de Beninar.
¿a que soy valiente como tu ?