Yo entré en Beninar.
Era de noche.
Temblé escuchando
casi dormido lo que el dulce Rio Verde
me contaba.
Yo no sé lo que dicen los cuadros ni los libros,
pero sé lo que dicen
todos los ríos, sobre todo Rio verde.
Tienen el mismo idioma que yo tengo.
En las tierras salvajes
el Rio Verde me habla
y entiendo, entiendo,
historias que no puedo repetir.
Hay secretos míos
que el río se ha llevado,
y lo que me pidió lo voy cumpliendo
poco a poco en la tierra.
Reconocí en la voz del Arno entonces
viejas palabras que buscaban mi boca,
como el que nunca conoció la miel
y halla que reconoce su delicia.
Así escuché las voces
del Río Verde,
como si antes de ser me hubieran dicho
lo que ahora escuchaba:
sueños y pasos que me unían
a la voz del río,
seres en movimiento,
golpes de luz en la historia,
tercetos encendidos como lámparas.
El pan y la sangre cantaban
con la voz nocturna del agua
del gran Rio Verde.
Pd: para Río Verde
Anónimo
Darte las gracias mi niña,
ResponderEliminarque corazón más grande
derrocha amor y coraje
la sangre que no es poca
fluye entre las venas.
Río Verde
Aunque llegaras de noche…
ResponderEliminarViviste la sensación de recuperar el sentido,
con la dulce melodía que a tu corazón llegaba…
¡Que gran alegría!
Viviste la sensación de sentirte fruto deseado…
¡Que gran gozo!
Viviste la sensación de estar
tan cerca de ti mismo, de tu querer…
¡Que gran vértigo!
Vives sintiendo que hay instantes
tan plenos…
que nos hablan de plenitud,
¡Que gran consuelo seria…
sentir cantarina su verde ribera,
aquellas calles, aquella plaza…
aquel pueblo que tanto
endulza y embellece el alma!
¡Que gran privilegio!
Seguir sintiendo la voz
del amanecer,
la de una sonrojada tarde
y la voz nocturna del alma
que derrama aun tanto querer…
de beninar.
Se nota que estamos en otoño;que romanticismo...Claro con tanta hoja caida y ese cielo dorado sobre Beninar...La foto es estupenda,enhorabuena a su autor.
ResponderEliminarDe las poesías que decir,cada día os superáis.Adelante.
Saludos.
Juan Gutiérrez.