El hombre, antes de
aprender a leer y escribir ya dominaba el arte de cómo sacar provecho a unos
insectos tan beneficiosos para la agricultura como son las abejas. Por una
parte su miel, desde que la memoria existe, ha endulzado nuestros paladares y como
somos golosos por naturaleza, las cuidamos y protegemos para robarles el fruto
de su trabajo, por otro, su cera, que nos ha iluminado durante tantos siglos (y
lo digo con doble sentido).
Hace años, en mi etapa
de aprendiz, al lado del badén que hacía la carretera de Benínar con la
ramblilla, en los olivos de Paco Blanco, vi un pájaro que llenó mi retina de
intensos colores, tanto que aún conservo esa imagen grabada en mi memoria, algo
tan bello debía tener un nombre.
En Benínar era
frecuente tomar el fresco en la puerta de las casas las noches de verano. Para
tal efecto se colocaban unos troncos en ciertas calles, sitios estratégicos, lugares
donde el aire corría con total libertad. Uno de ellos era donde la calle Ancha
se unía con la Real.
No había mejor lugar en
todo Benínar que aquellos palos para escuchar historias, allí los cazadores
daban rienda suelta a su imaginación y contaban con todo lujo de detalles y
ademanes cómo el perro levantaba al conejo agazapado en la atocha, cómo se le
apuntaba, disparaba y caía dando tres, cuatro e incluso cinco vueltas de
campana. Allí, un servidor, se ilustraba y recogía en su memoria tales
explicaciones cuyas palabras aún recuerdo. Así me enteré que ese pájaro se
llamaba abejaruco y que según Frasquito “el albañil” era muy dañino ya que
comía abejas y una bandada de tales aves era capaz de arruinar una colmena.
En 1752 en Benínar
había ocho colmenas que eran propiedad
de Cristóbal Callejón y Luis Gutiérrez.
No representaba una actividad importante en la economía local y su producción
era fundamentalmente para la elaboración de dulces.
En aquella época las
colmenas se hacían de carrizo. Los materiales usados eran:
-Madera, que debía ser flexible, por ejemplo de álamo. Con ella se
hacían tres aros que iban en el interior.
-Caña. Tres medias
cañas por colmena.
-Esparto. Se cogía en
la menguante de agosto, se hacían manojos y se dejaban secar unos días. Después
se metían 21 días en agua, se sacaban y majaban con un mazo de madera de encina
o de olivo. De esta forma las fibras del esparto se separaban y éste era más
flexible y maleable. Se hacían tres cuerdas usando seis espartos en cada una, se
trenzaban de 2:2:2.
-Carrizo. Unos 100 por
colmena.
El carrizo se iba
colocando sobre los aros por fuera, se añadía la caña encima y se iba atando
todo con la cuerda de esparto. Una vez acabada nos queda un tambor abierto por
sus dos lados, en uno de ellos se le hace una tapadera con cañizo.
Después se atravesaba
la colmena con unos cañizos quedando en forma de cruz que será donde se fije el
panal.
Una vez terminada la
colmena se recubría con una mezcla de arcilla y mierda de vaca (o de burro),
así se tapaban todos los agujeros y se protegía a la colmena del frio y de
otros peligros. El lateral que quedaba sin cubrir era el que pegaba al suelo y
se le hacía un agujero por abajo para que las abejas puedan entrar y salir. Se
le colocaba una piedra plana grande encima para protegerla de la lluvia y
viento.
El enjambrazón consiste
en buscar una reina para introducirla en la nueva colmena. Podía cogerse de
colmenas silvestres o de propias. Cuando se oía que había una silvestre, se la
ahumaba, buscaba la reina y se metía en el nuevo panal, las obreras siempre
siguen a la reina.
Las colmenas sufrían
trashumancia según la floración de las especies vegetales, por la noche, cuando
las abejas están recogidas se tapa la parte inferior con una tapa hecha de
esparto llamada “tajilla” y a la mañana siguiente se subían en las caballerías
(de cuatro a seis) y se transportaban.
Los panales se echaban
en una tina y se machacaban con un palo para liberar la miel, luego se echaba
sobre un filtro metálico y durante tres días se dejaba escurrir. Abajo se
recogía la miel y arriba quedaba la cera e impurezas.
Lo que quedaba sin
filtrar se lavaba con agua caliente para recuperar la miel que no había
filtrado y esto se aprovechaba para hacer la meloja.
¿Cómo se hacía la
meloja? En una olla se echa el agua de antes, se le añade un poco de miel y
trozos de calabaza, se deja cocer unas 4 horas removiendo lentamente. Es uno de los postres más
tradicionales de Lanjarón.
En los Meloncillos existe
la cueva del Enjambre que está situada en el cerro Bastián. En los años veinte
del siglo pasado los zagales de Benínar iban allí a recoger la miel que caía de
un enjambre que había en una grieta existente en el techo de la cueva.
Antonio Rincón, Pepe
Roda, Aurelio Maldonado (padre), entre otros,
tuvieron colmenas en Benínar. Incluso mi abuelo tuvo una en el terrado
del gallinero de su casa durante varios años. En 1945 apareció un enjambre en
el bancal de naranjos que había al lado de dónde vivía, entre Antonio Rincón y
él hicieron una colmena de cañizo, metieron dentro el enjambre y para evitar
que la abeja reina se fuera le cortaron las alas.
Apicultores en Lanjarón (Granada)
Este artículo lo quiero
dedicar a la memoria de un beninero, a José Álvarez Martín, el último apicultor
que tuvo Benínar.
Saludos Benínar.
Francisco Félix Maldonado Calvache.
Francisco Félix Maldonado Calvache.
Este mensaje me fue enviado a través de Internet, para firmarlo a través de la web abajo indicada para proteger a las abejas. Todos los insectos son necesarios para el equilibrio de la naturaleza, las abejas doblemente, pues muchos somos consumidores asiduos de la riqueza que producen y el beneficio económico que dan a muchas familias de apicultores. Aunque sea con retraso, aprovecho el artículo de Paco por si alguien está interesado en dar apoyo a esta iniciativa.
ResponderEliminarMás vale tarde que nunca.
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La UE está a punto de decidir sobre la prohibición de un grupo de plaguicidas tóxicos para las abejas: reclama que los retiren definitivamente.
Las abejas de todo el mundo se están muriendo. Es un hecho terrible que amenaza la biodiversidad y la continuidad de la cadena alimentaria. Entre las causas de esta plaga destacan un tipo de plaguicidas tóxicos para las abejas. En dos días, Europa decidirá si prohíbe estos plaguicidas. Por eso organizaciones de apicultores de todo el continente están reclamando a las autoridades de la UE que tomen una decisión contundente e impidan completamente su uso.
Firma la petición que ha creado en España el sector apícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos y exige a la UE que retire definitivamente los plaguicidas neonicotinoides.
Por vez primera, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria EFSA ha publicado un informe condenando el uso de estos plaguicidas y poniendo en evidencia los riesgos que suponen para las abejas. Este documento confirma lo que los apicultores, ciudadanos y asociaciones vienen denunciando desde hace años.
El 31 de enero, la Comisión Europea se reunirá para decidir al respecto. Bajo la presión de los fabricantes de plaguicidas, pueden decidir no seguir la recomendación de la EFSA.
Sólo quedan unos días para pedir a la Unión Europea que estos pesticidas peligrosos. Únete a los apicultores de toda Europa y firma su petición.
Porque no se trata sólo de la miel: el futuro de toda una especie y el equilibrio ecológico de nuestro planeta están en riesgo.
Gracias,
Rl equipo de Change.org
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Este correo ha sido enviado por Change.org a petitapuppy@gmail.com | Crea una petición. Edita tus preferencias de correo.
Almeria ha conseguido en poco tiempo una transición fito sanitaria en los productos agricolas.
ResponderEliminarLa suelta de depredadores naturales en las plantaciones agricola ha mejorado la calidad, garantia y confianza en los mercados españoles y extranjeros.
La utilización de productos fitosanitarios de la categoria B y C, no solamente perjudica a la fauna y a personas, sino tambien a los ciclos de desarrollo de las plantas.
Estos productos son sumamente peligrosos para las abejas.
Principio Activo Nombre de difusión Observaciones
Azinfos metil Cotnion. Gusathion. Insecticida-acaricida Por contacto, ingestión en frutales de carozo y de pepita, tomate.
Carbaril Sevín 85 S
Carbaryl.
Insecticida. Tóxico en formulación ULV
Por contacto, ingestión. De aplicación aérea en frutales de carozo y de pepita.
Clorpirifos. Lorsban. Insecticida. Contacto/ingestión/inhalación, en alfalfa, girasol, frutales de pepita.
Diazinon.
Diazol. Insecticida tóxico en formulación líquida Por contacto, ingestión, inhalación en cebolla, duraznero, manzano.
Dimetoato Perfekthion.
Rogor L. Insecticida
Por contacto, ingestión, sistémico, en alfalfa, duraznero, manzano, peral
Fosmet Imidan (contacto/ingestión)
Fosmet Imidan. Insecticida-acaricida Alfalfa, frutales de carozo y de pepita
Mercaptotion Malathion. Agrithion. Insecticida Por contacto, ingestión en
Alfalfa, frutales de carozo y de pepita, girasol
Metidatión Supracid. Suprathion. Insecticida Por contacto, ingestión, de profundidad. Alfalfa, durazno, frutales de pepita.
La biologia se ha impuesto en Almeria
ResponderEliminarPrincipio Activo Nombres de difusión Observaciones
Aceites minerales. Acemin R.
Acemver R. Insecticida-acaricida
Contacto en Frutales de carozo y de pepita
Amitraz- Mitac 20 CE. Acaricida. Contacto, ingestión en Frutales de pepita
Bacillus thuringiensis. Dipel. Insecticida biológico. Ingestión en
alfalfa, frutales, girasol
Clofentezine. Clofentezine Acaristop 50 SC. Acaricida Contacto/traslaminar, en frutales de pepita
Dicofol Kelthane. Acarin. Acaricida
Contacto/ingestión, en frutales de pepita
Fenbutatin óxido Torque 55. Acaricida Contacto en manzanos
Quinometio-nato. Morestan. Fungicida-acaricida Contacto/preventiva/ curativa, en frutales de carozo y de pepita
Desde hace un par de años, vamos escuchando el peligro que corren las abejas en todo el mundo. Esperemos que los hombres de ciencia sean capaces de salvarlas.
ResponderEliminarSiempre que se escribe algo en este blog referente a Benínar, los recuerdos afloran desde lo más hondo de nuestros "archivos". Con los "abejorucos", las abejas y las colmenas, no podía ser de otra manera.
Que olvidadas tenía yo, a las abejas y colmenas de Benínar...
Mi hermana Ángeles se encontró un enjambre mientras encarpaba una primavera.
Mi cuñado Juan Román pidió ayuda y lo metió en un saco, pues medía más de un metro. Pidió prestada alguna colmena; las tenía en las paratas de Facundo rodeadas del azahar de los naranjos, y llegó a juntarse con 14, pues cada primavera se escapaban enjambres pequeños, que colocaba en colmenas nuevas.
Hasta D. Antonio Hernández Ocaña (cura) le pidió algún enjambre, y tuvo su colmena particular en las paratas de la srta. Araceli.
Recuerdo el castrado de las colmenas como algo muy especial. Juan se hacía ayudar por Celedonio (mi primo) pues era entendido en la materia por haber tenido bastantes colmenas, que incluso las "mudaba" a las sierras (trashumancia).
El proceso de extracción de la miel se hacía del mismo modo que ha explicado muy bien Paco.
Tambien me acuerdo como se hacía la meloja: se troceaba la calabaza 5x7x2cm. más o menos, y despues de cocerla a fuego lento en el agua de haber escaldado los panales, se introducían los trozos con cuidado para que no se rompieran, en agua con cal para que se endurecieran bastante las capas exteriores, así la calabaza la podías coger con la mano, y al hincarle el diente, estaba crujiente por fuera y blandita por
dentro.
El sabor de la miel había hecho el resto.
Una picada de abeja en la sién; pérdida de conocimeinto (seguramente es alérgico a las picadas de abejas)y el consecuente susto, hicieron que las colmenas quedaran vacías en un par o tres de primaveras. Un haz de carrizos traidos desde la "Fuente Loro" quedó olvidado en un rincón durante mucho tiempo, esperando formar parte de alguna colmena.
Saludos para nuestros "hombres de ciencia" que escriben en Plaza, y para todos los que lo leen.
Se me ha olvidado felicitar al autor.
ResponderEliminarMagnífico artículo y magníficas fotos.
Un abrazo.
Desde que mi hermano estuvo noviando con una de nerja, en el huerto de mi casa por temporada siempre teníamos colmenas y desde entonces, siempre he tenido yo colmenas. En la actualidad es mi hijo mayor el que se encarga de ellas. Las nuestras siempre las tenemos en el mismo sitio en La Humá en Tarifa.
ResponderEliminarEn una ocasión me dedicaba a sacar veneno de las abejas, colocando una rejilla a la entrada de la colmena que al pisar la abeja, se le hacía una descarga eléctrica y con ello, ella, la abeja hincaba el aguijón. Una determinada fibra recogía el veneno. Yo tengo algo escrito casi a principio en mi blog, como cuando llegue a Tarifa una persona de campo para curar el reuma utilizaba el veneno de las abejas.
En otra ocasión cosechábamos polen.
En Tarifa tenemos el problema que atraviesan el estrecho los enjambres de África, abejas más pequeñas y más agresivas y por ello no se pueden aplicar a las colmenas todas las técnicas que utilizan los apicultores de Almería.
Aquí cuando se castran es cuando termina la sudoración del alcornoque a pesar de tener gran cantidad de eucalipto, brezo para el polen, girasoles en el verano y naranjos.
En fin que de las abejas se puede escribir, de las distintas clases de miel, del veneno, de el polen, de la risa que nos da a los apicultores cuando dicen que un determinado producto lleva jalea real, de la cantidad de miel que llega a España procedente de América y de África, de los distintos productos necesario para que el colmenar no desaparezca y de la alimentación que se les da cuando están flojas y llega la floración.
Una de las veces reciente que pasé por Cintas había un pequeño colmenar y una banda de abejorucos se estaban cebado con ellas.
Saludos.