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lunes, 27 de agosto de 2012

José Zabala Baena y la crisis de las subsistencias de 1918

La verdad, yo veo subsistencias: lo que no se ve por ninguna parte son dos pesetas
(Chiste publicado en la prensa en 1918)
Si nos preguntan sobre el año 1918, a todos nos viene a la mente la gripe que en aquel año y el siguiente asoló a prácticamente toda la población mundial. En Benínar eran tantos los fallecidos, que dejaron de tocar las campanas a muerto en los continuos funerales por no extender más entre la gente el pánico a la enfermedad. El doctor Sanchez Quero murió cuidando a tantos y tantos enfermos de gripe. Pero había otra plaga no menos deplorable que se llamaba la "Crisis de las Subsistencias".
 
La crisis de las subsistencias era una escasez y carestía sin igual de los productos de primera necesidad que hacían pasar verdadera hambre a la mayor parte de la población. Esta crisis que realmente se extendió desde 1914 (inicio de la 1ª Guerra Mundial) hasta aproximadamente 1923 (5 años después de su finalización) y llegó al peor extremo en 1918. La guerra mundial llevó a la ruina a la agricultura europea, ya que sus campos en vez de ser de trigo eran campos de batalla. Como consecuencia de ello, en España que era neutral, casi toda la produción agrícola y ganadera se exportaba al extranjero a precios desorbitados y el mercado interior quedó desabastecido y con precios astronómicos: No había sueldo, por holgado que fuera, que pudiera aguantar tal carestía.
En un estudio de María Dolores Ramos sobre la Crisis de Subsistencias en la vecina Málaga (Baetica. Estudios de Arte, geografía e Historia, 6, 1983, pag. 441-466), se muestran los precios de distintos productos básicos y los sueldos medios de distintas profesiones.
La conclusión: hambre generalizada. En esta situación de desnutrición, porque esa era la situación, no era de extrañar que la famosa gripe se extendiera como la pólvora afectando a los más débiles y por cercanía incluso a los mejor alimentados.
 

 
En Benínar, aunque era un pueblo agrícola y estos problemas de subsistencias estarían en parte amortiguados (siempre hay algo en el campo que llevarse a la boca y unas gallinas en el corral poniendo huevos), no por ello la situación dejaba de ser más o menos penosa como en otros lugares.
 
José Zabala Baena, que en aquellas fechas era el guarda forestal de  Benínar, funcionario del estado, escribe una carta abierta al ministro de Fomento explicando su situación personal y la de todo el cuerpo de guardas forestales. Su salario no se incrementó como el de otros empleados públicos y solicitaba que su exiguo sueldo diario de 2,25 pesetas subiera para hacer frente a la carestía general de la vida: no solo comer, sino vestir, etcétera.
 
Según los valores de precios de productos de más arriba, el sueldo diario completo de José Zabala daba para comprar tan solo 5 huevos. Así un kilogramo de pan representaba el 31% de su sueldo, un kilogramo de arroz casi la mitad y para comprar 1 kg de carne de borrego tenía que estar trabajando casi dos días. Mal asunto esto de la crisis de subsistencias. Y a José Zabala no le faltaba razón alguna.
 
¿A cuánto es el kilo de estas monedas de oro? Baratito: a tres patatas y media
(Chiste publicado en la prensa de la época)
 
El texto de la carta abierta que José Zabala Baena escribió al minitro de Fomento, Manuel García Prieto, en La Correspondencia de España : diario universal de noticias, año LXIX, número 22210 de 4 de diciembre de 1918 (recién enterrado el doctor Sánchez Quero y otros benineros más), es el siguiente:
 
INSISTIENDO
La carestía de la vida no se deja sentir, por lo visto, en todos los empleados del Estado; ó bien todos los funcionarios del Estado no tienen derecho á percibir gratificación, para hacer llevadera una situación en extremo difícil y angustiosa. He aquí la duda que se nos ofrece á los que integramos el Cuerpo de guardería forestal de la nación.
Se votó la ley de funcionarios, y se ha beneficiado con ella incluso á los que eran temporeros y otros que no ingresaron por oposición. A nosotros no se nos ha considerado como funcionarios de la Administración por figurar en nómina con la palabra jornal y no ser, por tanto, de carne y hueso, como los demás empleados que, con más fortuna, se les hizo figurar con la palabra haber.
La escapatoria es ingeniosa; pero yo pregunto: ¿Los que pertenecemos á la vigilancia de los montes del Estado, adquirimos las subsistencias, vestido, etc., á precios más económicos que los demás empleados?¿Es posible, con 2,25 pesetas que percibimos los guardas, hacer frente á las actuales circunstancias?
La vida en el monte es de ejercicio constante, y la reparación de las fuerzas es más obligada en el guarda que en otros. Las lluvias, el viento y la nieve reclaman prendas de abrigo de las que no podemos hacernos por no permitirnoslo nuestra situación apuradísima; mientras, nuestras familias tienen también legítimo derecho al alimento y al abrigo. Todo ello es urgente, y no se puede atender, no se entiende, con dos pesetas veinticinco céntimos diarios.
El Cuerpo de guardería forestal ha sido y sigue siendo disciplinado y humilde como no otro en sus peticiones de mejora para la clase. Unicamente al ver que se nos somete al fuego de Tántalo, respetuosamente nos atrevemos á suplicar al excelentísimo señor ministro de Fomento el aumento en nuestras insuficientes pagas, persuadidos de que tan ilustre personalidad se apresurará á evitar la prolongación de nuestro calvario.
Llega á nuestros oídos que en el nuevo presupuesto se nos incluirá mejorando nuestra situación; pero puede preguntarse: ¿Habrá un nuevo Josué que detenga los rigores del invierno y la carestía de las subsistencias hasta la aprobación de los nuevos presupuestos?
JOSÉ ZABALA BAENA
Benínar (Almería), 30-11-1918.

Manuel García Prieto, Ministro de Fomento en 1918 y 1919,
y receptor de la carta del beninero José Zabala Baena

3 comentarios:

  1. Suponiendo que el sueldo diario de las 2,25 pesetas de antaño es el equivalente a 50 euros de hoy día 1 kg de pan (4 bollos) valdrían 16 euros (4 euros cada barra). Un huevo costaría 11 euros, 1 kg de arroz 28 euros, 1 kg de garbanzos 44 euros, y 1 litro de petróleo (asimilemoslo a 1 litro de gasolina o de gasoil) 55 euros. LLenar un depósito de gasolina de 65 litros valdría la astronómica cantidad de 3575 euros (casi 600 mil pesetas)...

    La gripe ocultó la enorme crisis que había en España, que enriqueció a algunos (los que exportaban) y empobreció a extremos inusitados a la mayor parte de la población. Por eso, la masiva emigración que se dirigió a América (Argentina, Brasil, etcétera)

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  2. Niños que empiezan un siglo,
    el siglo de los inventos
    que tocaran con sus dedos,
    y sus hijos herendarán, qué,
    sin duda, seguro, disfrutarán.
    Mientras tanto aguantaran como puedan
    luchando a brazo partido
    castrados sus sentimientos
    con todas las hambres juntas,
    que le darán mucho tiempo,
    puntapiés, morrillazos y tarascas.

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  3. Un magnífico artículo.

    Me quedo impresionado, con la carta que escribió nuestro paisano José Zabala a Garcia Prieto, ministro en aquella época.

    Juan Gutiérrez.

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