El artículo de Juan Gutiérrez publicado hoy sobre los juguetes de los años 50 debemos considerarlo como un artículo matriz, el padre de toda una serie de artículos. ¿O no me digais que todos y cada uno de los juguetes que nombra no merecerían un artículo independiente? Mi niñez es de los años 60, y los juguetes que yo tuve no difieren demasiado de la década anterior.
Bueno, a mí me llegaron ya los coches eléctricos con pilas, pero muchos de los de antes seguían vigentes: aunque yo era un niño de ciudad, y a más de 100 kilómetros de distancia de Benínar, también hacía silbatos con huesos de albaricoque o mataba lagartijas con tirachinas (en Granada les decíamos gomeros, porque se hacían con las gomas de las cámaras de las ruedas de bicicleta)... ¡y qué puntería tenía! El trompo, los mistos de crujir, en otros sitios y 10 años después los niños también los usábamos. Otras cosas que nombra Juan son propias de Benínar y se las he oido nada más que a los benineros: los resculizos, el poli-catroli... Esto y más los explicais los que sabeis de ello en próximos artículos. Yo en esto estoy limitado, como podeis bien comprender. Pero os dejo tarea....
Juan habla de las flautas del afilador. Los niños comprábamos esas flautas que los afiladores usaban para anunciar por la calle que habían llegado y que las mujeres salieran con las tijeras y los cuchillos. Para los niños era un juego y para los afiladores parte de su profesión.
- "¡Tiruríiii, tiruró! ¡Afilaoooooor...!¡Tiruríiii, tiruró!"
Antes de que llegaran las madres, ya estábamos los niños alrededor de la moto del afilador, algo nerviosos, a la espera de que pusiera el artilugio de afilar en marcha y ver cómo saltaban las chispas que la muela sacaba al filo acerado.
Unos afiladores traían una moto,
otros una bicicleta
pero todos llevaban una muela que se hacía girar gracias al motor de la moto, los pedales de la bicicleta o con el pie, según el caso.
Los afiladores cuando querían demostrar que su trabajo estaba bien hecho, traían unos papeles que ellos mismos cortaban con las tijeras recién afiladas. Cortaban que parecían bisturís. Los aceros de antes no son como los de ahora y al poco tiempo volvían a estar las tijeras que no servían para nada. Hoy día, que apenas se necesitan afiladores por el material en que están hechos tijeras y cuchillos, en Granada, por ejemplo, hay un sólo afilador para ¡medio millón de personas!. Tiene su negocio en un "portal" en la calle que llega a las Plaza de las Pasiegas, donde está la Catedral. Ya no necesita moverse por las calles y la gente se dirige hacia su local, donde, aparte de afilar, vende todo tipo de cuchillos.
Una vez cumplida su "misión afiladora", el afilador tradicional continuaba su ruta soplando en su flauta:
- "¡Tiruríiii, tiruró! ¡Afilaoooooor...!¡Tiruríiii, tiruró!"
Los niños lo seguíamos un rato corriendo y luego pedíamos a nuestras madres, todavía con las chispas grabadas en nuestra retina y la musiquilla en nuestros oidos, que nos compraran una flauta de afilaor.
Rafael, muy elocuente tu artículo sobre los afiladores, la verdad es que apenas ya no se ven a estos hombres por las calles de los pueblos y mucho menos por las ciudades.
ResponderEliminarHoy día no vale la pena llevar los cuchillos o tijeras al afilador pues te cobra casi igual que lo que vale una herramienta nueva. Por unas tijeras el afilador te cobra 5 ó 6 €, pero si vas a una tienda de chinos la puedes conseguir por 2 €, no será la misma calidad pero te sacan del paso.
Saludos afilados.
Tienes toda la razón, no sólo que los cuchillos y tijeras, los buenos, son muy buenos, es que un afilado es más caro que unas tijeras baratas de los chinos, aunque sólo sirvan para tres cortes.
ResponderEliminarEstamos en la Sociedad de usar y tirar.
Muy bién lo que ha puesto Rafael sobre el afilador.
ResponderEliminarLos reculizos los recordamos todos.
A veces conseguiamos alguno largo de verdad y para mantener el barrillo, además de utilizar chumbas abiertas por la mitad y si no teniamos cerca alguna lata para traer agua de la acequia,nos hacíamos pipi asta seis o siete niños, y ya lo teniamos engrasado.
Otra cosa era lo que vnos hacian las madres, cuando llegabamos con culeras de ese barro en los pantalones.¡ que tiempos !
El LLano
Hola Rafa: Estoy de acuerdo contigo en que (como tú has hecho) a cada cual que le recuerde algo sobre los juguetes o cosas contadas en mi escrito, lo cuente.Seguro que habrá muchas cosas interesantes, que nos entretendrán a todos.
ResponderEliminarLo resumí muchísimo, para que no se hiciera pesado y consciente que me dejaba mucho en el "tintero". Ahora toca a los demás, que espero que se lancen...
Todo lo del afilador,( que lo cuentas a la perfección), es exacto como sucedía en Benínar.
Pienso que los afiladores, solían venir de Galicia (alguno de los que visitaban Benínar, si que era gallego).Hace un par de años, en pleno agosto, en la Costa Brava, sentímos el sonido tan típico de la "flauta" del "afilaor" y ante mi sorpresa, allí en un rincón de una plazuela, se encontraba el afilador con su moto. Me imagino que irá a menudo pues tenía clientela de los "fijos" del pueblo.La pereza y porque Alba no tenía ni dos años, hizo que no bajara a verlo de cerca, cosa que haré la próxima vez, acompañado por mi nieta.
Da las gracias a Charo por las fotos que ha puesto acompañando a mi relato.Ayudan a recordar muchísimo mejor.....Y lo dicho a animarse a contar cosas y entre todos será mucho más divertido y "provechoso".
Juan Gutiérrez.
¿De Galicia venían los afiladores de Benínar? No tenía ni idea. Desde bien lejos venían. Y en Cataluña ¿quiénes eran?
ResponderEliminarAllí por Granada solían ser gitanos los afiladores. Ya sabes que los gitanos tradicionalmente se han dedicado al tema de los hierros, la hojalata y lo de afilar está también en su órbita. Es su tradición más ancestral y en ello se daban mucho arte. Las herraduras de los caballos, los arreglos de las armaduras y el afilado de las espadas del ejército de los Reyes Católicos estaba en manos de gitanos que viajaban con ellos en todas sus campañas bélicas. En la historia de España, los gitanos han dicho mucho, lo que ocurre es que su labor era callada y no ha tenido el reconocimiento que se debía.
Alguien se acuerda de Bartolo (no precisamente el de la flauta) que venia regularmente por Beninar, y reparaba ollas, lebrillos, etc. creo que quizás también afilase las tijeras, cuchillos y hachas.
ResponderEliminarNosotros los niños con nuestra inocencia habitual (y mala leche vista desde la distancia) nos metiamos con él y le cantabamos lo de la flauta, como Bartolo no tenía sentido del humor, se tomaba muy mal nuestra canción y nosotros a una prudente distancia escuchabamos sus gritos, maldiciones y alguna piedra pasaba cerca, pero nunca llego la sangre al río.
saludos.
Rafa, en Galicia la figura del afilador,creo que estaba o está muy arraigada.
ResponderEliminarHabía una canción de Ana Kiro(estos últimos años tenía un programa en la t.v. Galega) que decía algo así:
Quién dibujó las rías en tu paisaje.
Quién puso en tu linaje, la vida errante del afilador..
Juan Gutíerrez.