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domingo, 18 de enero de 2009

ALMAZARA (2)

ALMAZARA II.

LA ALMAZARA TENÍA PROPIETARIO, PERO PERTENECÍA A LA COMUNIDAD.

Cada vez que se vertía un cubo de agua hirviendo sobre las capachas, salen unos vapores que son los que salen por la puerta y ventanas que dan su olor a Beninar. El olor que descubren todos los que llegan por ese tiempo al pueblo.

Los de los manojos de esparto, - mientras comenta lo acontecido en el pueblo, - los que están transformando el esparto en algún tipo de cuerda, ven como la mula con los ojos tapados, da vueltas y más vueltas a todo el recinto mientras arrastra las dos piedras de granito en forma de cono, que son las encargadas de moler las aceitunas.

Entre el círculo limitado de molienda y las paredes de la almazara, están los atrojes, donde los benineros al caer la tarde, descargan los sacos, hasta la boca llenos de aceitunas. El almazarero toma nota de los sacos descargados, que una vez molida la aceituna, el dueño de la almazara se queda con una pequeña parte del aceite extraído.

Ha entrado un grupo de niños y uno en concreto, quiere demostrar a sus amigos, que sus argumentos, su teoría sobre la separación del aceite del alpechín son del todo ciertas, pero uno de los trabajadores, con la pala en la mano ha salido a su encuentro, diciendo: “Aquí no se os ha perdido nada. ¡Fuera!”.

El De la teoría de las distintas densidades, les dice a sus acompañantes, que les siga que van a comprobar el estado de humor del almazarero de la almazara del barrio alto.

Los artesanos del esparto, observan que el operario en ese momento está cabreado y casi en tropel, salen de la almazara donde estaban calentitos y el almazarero argumenta: “Cada mochuelo a su olivo”.

La mula cansada de tanto dar vueltas, hace intentos de parar para descansar, pero el bocinazo del almazarero, le hace reaccionar y deducir, que aún no es la hora del pienso en el pesebre.

Que vida más dura para la pobre mula. Por la noche duerme de pie y desde que amanece hasta la noche, le tapan los ojos para moler.

1 comentario:

  1. La almazara era el lugar de reunión de los mozos en la época de la molturación de la aceituna. Era un sitio donde se podía acudir para pasar la tarde-noche ya que en otros lugares no se podía aguantar mucho rato debido al frio.
    También podía uno meterse en la taberna y al final salir más que caliente. Era más adecuada la almazara siempre y cuando no se metiera follón o escándalo, de lo contrario, ya sabes, te ponían de patitas en la calle y a pasar frio.
    Para los que tuvimos oportunidad de
    hacer estas visitas guardamos unos entrañables recuerdos.

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