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sábado, 5 de julio de 2008

Las cañaveras, los chambaos y los entabacaos


Los cañaverales del río de Benínar proporcionaban cañas que se usaban como materiales de construcción, tanto para los "chambaos", como para los "entabacaos".

La caña común pertenece a la familia de las gramíneas, la misma familia del trigo, la cebada o el arroz. A fin de cuentas es una "hierba gigante" con un tallo bastante resistente.

Se reproduce por rizomas, es decir, tallos subterráneos de los cuales nacen nuevas cañas. La caña común crece en lugares húmedos y es una especie invasora por su capacidad de desplazar a otras vegetaciones. Precisamente por esta propiedad, todos los años se rozaban las cañas de los cañaverales del río y al año siguiente, por su gran capacidad de desarrollo, volvían a regenerarse para proporcionar una nueva "cosecha".

Sobre la caña se podría hablar horas y horas, pero aquí vamos a citar tan solo dos aplicaciones, la construcción de chambaos y su uso para los terraos. Por ejemplo, en la agricultura las cañas son muy importantes, pero sobre ello hablaremos en otro artículo.

Para las fiestas de San Roque, era costumbre que en la plaza se levantaran chambaos donde se ofrecían refrescos al público que los demandara. Los chambaos se construían con palos de álamo, recubiertos en muchos casos con cañas, para hacer una estructura consistente y amplia. La parte superior se cubría con el cañizo de cañas frescas recién cortadas del río. Esto tan simple, encierra algunas ventajas que se pueden destacar.




Por ejemplo, el cañizo producía una sombra fundamentalmente fresca que es casi imposible de conseguir por otros medios, como lonas o chapas. El entramado de cañas del techo del chambao no sólo tapaba los rayos solares directos (esto se podría hacer igualmente con una lona), sino que además permitía la transpiración, es decir, permitía que el aire caliente que eventualmente se pudiera acumular debajo, ascendiera y se disipara atravesando las cañas hacia el exterior. Es decir, no acumulaba calor debajo, como si fuera un invernadero, sino todo lo contrario. Ademas, la capa de cañas tiene efecto aislante, no se pone como una plancha ardiendo. Imaginemos que techamos el chambao con una chapa metálica, aparte de que el aire caliente no puede escapar, la chapa metería tanto calor, por la temperatura que alcanza, que se podría freir un huevo. Con las cañas esto no ocurre.

Los chambaos estaban abiertos por tres de sus lados, por lo que combinaban una cierta sensación de recogimiento debajo del cañizo, con la libertad de un espacio abierto donde corría el aire. Como se ponían debajo mesas y sillas para sentarse, era como estar refrescándose en el salón de casa, pero en medio de la jarana de las fiestas en la plaza. Los chambaos, en cierto modo, eran el equivalente a las casetas de las ferias de las ciudades andaluzas grandes.

La otra aplicación constructiva importante de las cañas era para los terraos. Los terraos se construían montando primero sobre los muros un forjado de troncos de madera rectos (llamados vigas o cargaderos) y confeccionado a partir de los árboles disponibles en el lugar. En el caso de Benínar, de álamos del río. Encima se disponía el cañizo, bien tejido y apretado, como base del terrao. Sobre el cañizo se añadía otra cubierta vegetal más ligera y sobre ella la launa. La launa, como todos sabemos, es un tipo de tierra grisácea que tiene la propiedad de ser completamente impermeable al agua.

Desde el interior de la vivienda se veía el cañizo del techo, por lo que en muchas ocasiones, para mejorar el resultado estético, se pintaba con cal o se revocaba con yeso. En este caso, el cañizo pasaba a ser un "entabacao".

Adición posterior (8 de julio de 2008, Rafael Bailón)

A petición de nuestro amigo Paco Maldonado, en un artículo posterior, a la foto del entabacao con un caliche -que desluce mucho-, le hemos realizado un tratamiento de imagen y le hemos dado una mano de cal virtual. Ha quedado así, como se muestra ahora.

2 comentarios:

  1. !!!!Qué tío rematando!!!.
    !!!!Qué apañaico!!!!.
    Con las cañas que tienes un poco más arriba, ninguna pared se te puede resistir.
    Charo se tiene que acordar del artilugio que se fabricaban los benineros para llegar a lo más alto.
    Charo, ¿te acuerdas de la calabaza que se vendían en las fiestas?.
    Tanto la conservación como el lograr que por dentro el trozo permaneciese tierno y gelatinoso y por fuera fuese duro, se logra, metiendo la calabaza después de cocerla en agua con cal durante 24 horas. Después es cuando se le añade el azúcar.
    Nadie como los alpujarreños para endulzar la calabaza.
    "Qué tontos esos" que utilizan las calabazas para la fiesta de jálouy - seguro que está mal escrito, perdón - seguro que desconocen la técnica alpujarreña de endulzarlas.
    A la mejor es que tampoco tinen cal.
    Saludos.

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  2. que observador Paco m. yo ni siquiera me habia dado cuenta del desconchón,que por cierto ya me he enterado de lo que es un caliche.
    Desde luego lo que se puede arreglar con el ordenador ahora entiendo porque las actrices y modelos siempre salen guapas en las fotos,JA ja ja!!!!!!

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