Cuando llego a Hirmes y me paro en su plaza contemplar su entorno lo primero que me llama la atención es la estatua del Doctor D. Eugenio Sanchez Quero, la cual ya me sitúa en la Plaza de Beninar que tantos recuerdos tengo de ella.
Hago un barrido visual de 380 grados para contemplar todo su entorno, y es extraordinario el ver esas montañas del Llano, del Cortijuelo,los San Roques, el Cuca nas, la Rambla de Murtas etc.
Busco a ver si aparece algún hirmero y enseguida encuentro a una señora, que me informa de como llegar a la fuente, y parto calle arriba la cual me recuerda las de Beninar por su forma y sus casas, y aparece un hombre con dos burras, nos paramos con el, y charlamos largamente ya que al darme a conocer el conocía a mi familia y a muchisimas personas de Beninar fue una charla muy amena y de gratos recuerdo.
Sigo calle arriba y puedo ir contemplando los balates con esos cardos que tanto usábamos para el guisado y que tan bueno nos sabia,los almendros con las almendras aun verdes pero con gran cantidad, los naranjos ya en flor,los limoneros, con ese olor que me recordaba a mi huerto,los olivos,algarrobos, un cerezo cuyas cerezas estaban que se saltaban los ojos al verlas, las parras aun se puede contemplar un trozo alambrado seguro que hace 50 años que lo hicieron, me dijo este vecino quien lo había alambrado, y me dio una grata alegría.
llego a la fuente y me impresiono la cantidad de agua, no es suficiente el tubo de salida y eso que es al menos de 110 Cm de diámetro,sale por encima una cantidad importante, como se decía en el pueblo es una para de agua.
Paso a ver el centro de Salud así como las escuelas, por fuera ya que están cerradas y no se utilizan ambos edificios que forman uno en si uno mismo, y las mantienen exteriormente muy bien pintadas como se estila por toda nuestra tierra.
Avanzo y me encuentro con una familia que me llama por mi nombre, Pepe el de Joseico y de Angustias ( dicen pero eres tu ) nos dimos unos abrazos me presento a su familia y comimos una suculenta paella, ellos son Daniel y Adela vivieron unos años en Beninar cerca de mi casa, lo que vivimos fue inenarrable e interminable.
No quiero olvidar a nuestro amigo Paco Ruiz que aunque no estaba cuando llegue, pero si llego antes de irme y así pudimos hablar un rato.
Contemple casas interiormente que eren autenticas casas como las de Beninar, también lo que via era parte de ella, los techos de cañizo, las puertas con cierres de pestillo, los hornos de pan, las cantaras de aceite de chapa con esas dos asas característica.
Esa calle que pone CALLE DE BENINAR con su letrero en porcelana de hace tantos años.
Y con esto quiero terminar mi visita diciendo a todos que todavia queda algo de calles y casas de parte de Beninar (Hirmes).
Desde aquí agradezco a todos los hirmeros su esfuerzo a mantener ese pueblo tan bien cuidado.
José Malina Blanco.
Que bien te lo montas Pepe!!!
ResponderEliminarMis felicitaciones por esa visita a Hirmes en la que te lo has pasado tan bien, recordando viejos tiempos y saludando a tan buenas personas que por allí hay.
Di que si, desde aquel lugar se pueden apreciar unas panorámicas que no tienen nada que envidiar a las mejores, son algo extraordinarias.
He leido tus palabras con emoción.
ResponderEliminarLo describes todo muy bién y el nudo en la garganta, ha llegado sin llamar.( Suerte que la mesa está de cara a la pared y puedo ocultar mis emociones).
Cuantos recuerdos de Hirmes!!!!
Gracias Pepe por contarnos tantas cosas; seguro que veremos fotos.
Un abrazo, Juan Gutiérrez.
Hirmes, al igual que fuera Beninar, tiene su encanto especial, parece que no pasa el tiempo por sus calles, escepto por el fallecimiento de algún vecino, todo sigue igual que antaño.
ResponderEliminarUno de los encantos de Hirmes, a mi entender, es el poder tener la oportunidad de reunirme con mis familiares y amigos Benineros, y también con los que no lo són; comos los Hirmeros precisamente allí, en Hirmes, y disfrutar de vuestra compañía y de nuestras fiestas, como la Virgen del Carmen, como antaño lo hacían nuestros antepasados.
El año pasado, sin ir mas lejos, puede saludar a Rafael Bailón,Charo, su hermana Juana y darle un fuerte beso a su madre, mi corazón se llenó de gozo, porque hacía muchísimos años que no las veía.
A mi pariente Paco Ramón, Juan Baños, poder saludarlos después de muchos años y así, sucesivamente a tantos y tantos Benineros, con los que perdí el contacto al dejar Beninar siendo aún muy joven.
Los atardeceres en este valle, son increibles, así como las nuves. Son dignos de una postal. Se te hace denoche sin apenas darte cuenta, dentro de una gran serenidad y quietud, se procede a ver, la luna reflejada sobre las aguas del pantano, el incesante transcurrir del destello de los faros de los coches, que transitan por la sinuosa carretera de Murtas y Turón, y el encendido de la iluminación del alumbrado público de todos los pueblos de la Alpujarra, que son visibles desde Hirmes.
Pronto los hijos de Cecilio Tarifa empezarán con la recolección de la miel, el tomillo y el romero se encuentra en plena floración.
Comenzará la maduración de las níspolas, las uvas, las ciruelas, los higos orquinos y de cuello de paloma, las brebas para San Juan, las granadas, los membrillos, aquellos mismos que con tan buen arte cocinaban vuestras madres y abuelas que sabían convertir, con sus manos, en manjar dulce de Dioses.
Los terrados se llenan con el colorido y aromas, típicos de los días de verano: los higos, blanquecinos, dulces y pequeños, de pasa, los pimientos colorados colgados, los tomates rajados y secados todos al sol.
Para mí estas y muchas otras muchas,sensaciones, son las que me trasmite la tierra de mis antepasados, que también son los vuestros.
Si algún día, amable lector, que pases por Hirmes, deseas saludar, me llamo Juan José Maldonado, y en número 12 de la Calle Real, a mi familia y a un servidor, nos puedes encontrar.
Normalmente, no suelo entrar en el foro, pero lo escrito aquí y la poesia, me llegó tanto al corazón, que decidí dejar un trocito de mi sentir aquí, para compartir con vosotros y que lo podaís recordar y disfrutar.
Yo tuve la gran suerte de ser un Beninero desde muy niño, poder relacionarme con mi amada familia, con otros niños de mi edad, con los Benineros que yá no están, y los que sí están y viven, cosa que las nuevas generaciones, desgraciadamente, no pueden disfrutar, pero sí apreciar lo que todabía queda, de Beninar, como es el caso de Hirmes, de vuestra compañía y de sus fiestas, que también son las vuestras.
Hola Juan Gutiérrez:
ResponderEliminar¿Te acuerdas de aquella fritada de conejo a la que te convidaron aquel año que fuimos el día de la Virgen de Hirmes?.
¿A cuantas tajadas tocaste?
Manuel
Muy sentido, Pepe
ResponderEliminarPepe, me alegro de ver tu escrito por el blog. Creo que tienes en el interior mucho que decir sobre Benínar. Te agradecemos que lo compartas con todos nosotros.
ResponderEliminarJuan José, no se quien eres pero me da igual; lo importante es que el "sentir" por nuestra tierra lo compartimos.
ResponderEliminarJuan Gutiérrez.
Al amigo anónimo, decirle que lo siento, pues ya es raro que no recuerde una "fritailla" cocinada y compartida en Hirmes.
ResponderEliminarSi me invitas, podemos repetir la experiencia.
Juan Gutiérrez.
Estimado Juan Gutierrez, comprendo que así de pronto, pues no me conozca, pues es normal.
ResponderEliminarPero si le comento que soy nieto del Ebanista de Beninar, seguro que recuerda a mi abuelo y la que era su casa a la salida del pueblo, en la carretera, cercana a la ermita y la casa del médico.
Mi abuelo, que en paz descanse, atendía al público y tenía el taller de ebanistería, en la planta baja de la casa, siendo la segunda planta la vivienda.
En Beninar mi familia son los Martín, Baños, Sánchez y Maldonado.
Seguro que conoce bien a mi familia.
Reciba un muy cordial saludo.
Juan José Maldonado.
Juan José, perdona que no te haya contestado antes, pues los fines de semana no tengo acceso al ordenador.
ResponderEliminarClaro que conozco a casi toda tu familia y la casa de Benínar aunque en mi época estaba ocupada por otra familia muy entrañable del pueblo.
Faltaba una semana para el año cincuenta, cuando nací.
La casa del Ebanista, como digo la recuerdo con otras personas.
A tu abuela Lola( pienso que era tu abuela ), la conocí en el negocio que tenía en Almería, cuando yo tenía once años. Creo recordar que tenía dos hijas (una María y la otra, no recuerdo)y un hijo, Juan, pienso que padre de Indaloxes, (también estuve en su casa por aquellos años, cerca de la estación de autobuses).
Tu, tienes que ser hijo de María, que era muy guapa o de la otra hija, que no recuerdo...y por deducción primo de Indaloxes y de su hermano.
Confírmame si estoy en lo cierto, o estoy equivocado.
Un saludo muy afectuoso.
Juan Gutiérrez.
Al mandar recuerdos a Rio que se encuentra en Granada, me he acordado quién puede ser Manuel "el de la Fritailla" Casi seguro, pero no recuerdo ese día.
ResponderEliminarLa Virgen de los Dolores se celebra en verano??
Recuerdo haber subido a Hirmes en verano, para la primera comunión de unos niños y venían mis amigos Manuel y Antonio.
Saludos, Juan Gutiérrez.