"Cuando el polvo dorado penetra en las cinco entrañas,
la niebla se disipa como las nubes de lluvia por el viento...".
Wei-Po-Yang (142 d.d. C.)
Levanta una muralla y cierra la puerta,
abre tu pecho y del cielo baja tus ojos,
que un secreto profundo y claro vierte
en tus manos las lineas de un tesoro.
Besa y chupa la sal de tu palma,
aprende a moler y fundir el cinabrio,
y tu sangre tan blanca y pobre
será un torrente de viento dorado.
Escucha mis palabras y emprende tu labor;
no comas y no duermas, sueña siempre
con alcanzar la Infinita Eternidad
que espera en tus manos y en tu mente.
Toma el Yang y cásalo con el Ying,
asume en tus entrañas la fusión de ellos,
déjate penetrar por la esencia hermafrodita
y la salobre conjunción de los opuestos.
Óvulo azul y esperma rojo,
cosmos inmutable, Magnitud Primitiva,
dentro de tu cuerpo serán el círculo
sin fin del eterno nacimiento de la vida.
Transmútate en la perfección del espejo,
llegarás por fin al lugar de donde se empieza,
y cuando encuentres el Oro de la calma
¡levanta una muralla y cierra la puerta!
***
Azogue ¡responde!
Azogue ¡responde!
¡Te invoco!
¿Cuándo será este rompeolas
un puñado de sal blanca?
¿Cuándo el vientre disoluto
saciará de azogue el ansia?
¿Dónde el calor?
¿Dónde la humedad?
¿Adónde el semen?
¡Azogue!¡Quiero ser sal!
¡Azogue!¡Quiero ser nieve!
Estas dos poesías forman parte de un pequeño conjunto que escribí hace aproximadamente 30 años... Su contenido tiene algo que ver con uno de los personajes de las Relaciones de Moros y Cristianos de Benínar: El Astrólogo (Embajador moro)
ResponderEliminarOs parecerán extrañas y teneis toda la razón. Consisten en poner en forma poética los principales símbolos del conocimiento hermético: La Alquimia, disciplina del conocimiento que se venía practicando desde el Antiguo Egipto por todas las civilizaciones hasta el siglo XIX en que la química moderna la relegó al olvido.
De wikipedia he sacado este texto que os puede aclarar algo el sentido de las dos poesías:
"Para los alquimistas toda sustancia se componía de tres partes mercurio (Azogue), azufre y sal siendo estos los nombres vulgares que comúnmente se usaban para designar al espíritu, alma y cuerpo, estas tres partes eran llamadas principios. Por manipulación de las sustancias y a través de diferentes operaciones, separaban cada una de las tres partes que luego debían ser purificadas individualmente, cada una de acuerdo al régimen de fuego que le es propicia, la sal con fuego de fusión y el mercurio y el azufre con destilaciones recurrentes y suaves. Tras ser purificadas las tres partes en una labor que solía conllevar mucho tiempo y que debían vigilarse los aspectos planetarios las tres partes debían unirse para formar otra vez la substancia inicial. Una vez hecho todo esto la substancia adquiría ciertos poderes"
En las Relaciones de Moros y Cristianos de Benínar, El Astrólogo (Embajador Moro) es en realidad un alquimista, pero que a pesar de conocer los
"...misterios
en la noche; y me es propicia
la lechuza de la muerte,
el lagarto de la vida,...",
reconoce lo siguiente:
"¿Es maravilla que yo no pueda saber el prodigio de Benínar?"
Pone a Benínar por encima de los misterios más elevados de la alquimia y de la vida.
Perdonad este rollo muy cogido por los pelos, pero son las poesías que tengo. Qué vamos a hacer.
Buscaré alguna más "suave" y la pondré.
Saludos a todos.