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martes, 2 de diciembre de 2008

!!!SALIMOS!!!. (1).

LA ALAMEDA. I.

Comida de medio día:

Como estamos en otoño, saldremos del pueblo con dirección a la Fuentecilla la Virgen.

Se ha escogido la comida de medio día, puesto que es cuando el sol está dando de pleno en una alameda que tenía el pueblo muy cerca. Al final del puente. Donde el Barranco el Capitán se encuentra con el río.

La alameda nos ha preparado una amplia alfombra formada de hojas de color cobre, sobre unos incipientes tallos de hierba. A su vez, los álamos han guardado un buen número de hojas, para ir soltándolas cuando nosotros estemos sentados o tumbados.

Los álamos también han afilado sus ramas, para que cuando el humo de la candela descubra, delate los rayos del sol, las ramas se convertirán en espadas que los dividan en dos, de la misma forma que los gitanos con su navaja en ese mismo sitio abrían la cañavera en canal para hacer canastos.

Tumbados en una alfombra de hojas de álamo color cobre viejo, contemplando la batallas renovables, cuando a los álamos se les ayuda a encontrarlos los rayos con el humo. Esta vez nosotros aportamos el humo, antes lo hacían los gitanos.

Los álamos ponen las espadas, nosotros ponemos el humo y el Cejol, nos manda la brisa para mover las ramas, - las espadas, - y se libra la batalla.

No todos los que hemos acudido a esa fiesta de los sentidos, tienen en esos momentos pensamientos belicosos, de espadas seccionando los rayos del sol. Otros, nos dejan tumbados sobre la alfombra de hojas y se marchan a la Fuentecilla la Virgen a buscar renacuajos y ranas. Las ranas al escuchar los ruidos, con los ojos muy abiertos, sacan la cabeza por entre los berros y viendo las intenciones de los visitantes vuelven a esconderse.

El resto de los excursionistas, ha decidido visitar el huerto y el parral que tiene uno de los excursionistas, justo al otro lado del barranco.

Las parras están sembradas, alineadas, a todo lo largo de la acequia de La Mecila, y sus sarmientos, crecen todos los años un trocito con la intención de llegar algún día justo al malecón de la carretera.

Alguien pega un grito para que todos acudan puesto que ya la comida está brindando todos sus aromas. La fritailla de conejo está a punto para ser el argumento principal de la salida. Todos sentados en el suelo con el tenedor en la mano alrededor de la sartén, van cogiendo las tajadas, - los tropezones se decía en Beninar, - y mojando trozos de pan.
De postre son boniatos. - recogidos del huerto de al lado, - que se fueron asando en las brasas de la candela y gajos de uva que se dejaron olvidados en los extremos de los sarmientos cuando llegaron los cortadores de racimos. Gajos de unas cuantas uvas, de color de oro.

7 comentarios:

  1. Que alguien ponga una foto si es posible de gitanos rodeando una candela.
    Gracias.

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  2. En Beninar a los trozos de carne se les llamaba tropezones, como consecuencia de que Frasquito el Tropezón, siempre que se plantaba delante de una sartén, de firtailla de conejo, de perdíz, de pollo, siempre tropezaba su tenedor, con los mulos y contramurlos, nunca con la cabeza, la columna vertebrál o con los riñones, ni por supuesto con la forralla.

    Nota:
    Se entiende por forralla, el resto de alimentos que forman parte de la fritada, como son los tomates, pimientos, cebollas, etc.

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  3. Por teléfono me han rectificado que el barranco mencionado en el escrito debería llamarse:
    Barranco de la Cañarroa y no Barranco de el Capitán, que se encuentra después,río abajo.

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  4. Si en el río habia árboles, álamos o chopos ¿También setas? ¿Había tradición de coger setas?

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  5. He encontrado una foto de gitanos alrededor del fuego, aunque de noche ¿Podría valer?

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  6. La foto de gitano es pensando, que siempre fue el lugar donde acamparon los gitanos que pasaban por el río.
    La diferencia, es que nosotros los benineros podíamos acudir a dicho lugar para el disfrute de los acontecimientos especiales que preparaba puntualmente la naturaleza: Los álamos, la brisa del Cejos, el otoño, ..., en definitiva el entorno del río.

    No recuerdo que en Beninar hubiese cetas o si las había, no las descubrimos los benineros.

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  7. Si que habia setas en algunos sitios ,como en el Cucanal y cuando se estercolaba en sitios humedos. lo que pasa es que no habia costumbre de buscarlas, ahora creo que con los pinos habra mas, tambien habia esparragueras, que con lo buenos que estan tampoco se utilizaban. Pazzzzzzzzzzzzzzz

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