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miércoles, 11 de junio de 2008

La seda de la Alpujarra




Cuenta la leyenda que un día, allá por el año 2.500 antes de Cristo, la Reina Xi Ling, esposa del sabio Emperador Huang Ti de China, se encontraba paseando por el jardín de palacio. Sucedió que al pasar bajo una morera, le cayó un pequeño capullo que estaba pegado a una de sus hojas. Más tarde, cuando estaba tomando una taza de té, inadvertidamente dejó caer el capullo en su humeante taza y, al sacarlo, vio con sorpresa cómo un finísimo y brillante hilo se empezaba a desenrollar. Había nacido la seda. Muchos siglos después la seda de las Alpujarras sería la más aprecida del mundo


El proceso de fabricación de la seda y el hecho de que la produzca un gusano, fue un secreto celosamente guardado por los chinos durante siglos. Los romanos, por ejemplo, siempre creyeron que la seda era producida por un árbol, tal como cuenta Plinio el Viejo en su Historia Natural, en el siglo I a.C. Los tejidos de seda eran un artículo de lujo tan solo al alcance de príncipes, de reyes y personas poderosas. Llegaban a Occidente a través de la denominada "Ruta de la Seda": un largo camino que se iniciaba en las costas del Pacífico, en China, y terminaba primero en Damasco y Alejandría y finalmente incluso en Cádiz.

Cuenta la leyenda también que por el año 550 d.C., unos misioneros griegos llegaron a predicar el cristianismo a Persia, donde conocieron los procedimientos para la crianza del gusano y la producción de la seda. En el hueco de los bastones, los monjes introdujeron semillas de morera y huevecillos, logrando así sacar la especie hacia su territorio. De Grecia la sericicultura se extendió a los países de Asia y África del Norte; más tarde llegó a Europa, donde Italia, Francia y España, obtuvieron excelentes resultados, y a quienes se les reconoce, hasta la fecha la finura de sus sedas.

Durante el Reino Nazarita de Granada (las actuales Granada, Málaga y Almería), y posteriormente en la época de los moriscos, la Alpujarra llegó a ser el principal centro mundial de producción de seda, de una calidad excepcional. Se llegó a invertir el sentido de la Ruta de la Seda, que ahora empezaba en la Alpujarra y llegaba a las principales ciudades de oriente. Los grupos económicos venecianos tuvieron en Granada importantes sucursales precisamente al amparo de una floreciente industria que colocaba sus productos con facilidad en los reinos vecinos. La seda fue en su momento de importancia equivalente a la uva del barco en tiempos recientes.

La riqueza de un pueblo alpujarreño se medía entonces por la cantidad de moreras de sus campos y la seda que se producía.

Tras la expulsión de los moriscos, la seda entró en completa decadencia hasta su desaparición total. Los bancales pasaron de tener moreras a cultivarse en ellos cereales y viñas, que era lo que los nuevos pobladores sabían cultivar. Por otra parte los telares de seda se trocaron en telares de lana de las ovejas merinas de Castilla.

5 comentarios:

  1. A mi entender lo que acabó con la seda fueron los impuestos. Estaba considerada como un artículo de lujo y gravada con cuantiosos impuestos. De las cuarenta preguntas generales del Censo de Ensenada, dos se refieren a la seda, la sexta (si hay moreras) y la trigésimo segunda (si hay tendero de seda), esto denota su importancia capital para las arcas del estado. Simplemente dejó de ser rentable.

    Saludos Benínar.

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  2. Si Adelita,...
    No se si Rafa, llegó a tiempo de aprender: "Si adelita se fuera con otro, ... le comprarí un vestido de seda, ...
    Esta canción es del tiempo de: "Beninar patria querida, ..."
    Seguro que no llegaste a tiempo de aprender aquellas canciones, que a los benineros, ...
    !!Al tema, en cuestión!!. La seda.
    A las benineras, le pasó otro tanto que te pasó. Las paisanas, no pudieron envolverse en ratales de seda. Las benineras, utilizaban otros tejidos, mucho más incómodos, tiesos y por la moda de aquellos tiempos, muy, pero que muy enconsetados.
    Las benineras de mi tiempo, se perdieron envolverse en seda. Me imagino a la moza, y las no tan mozas aparecer con ese tipo de piel ante su hombre, ante su, ...
    La seda. Dios mio la seda, la que se pega a la piel, la que respeta todas las lineas de la mujer, la que le pone a la piel de la mujer, todos los colores del arco iris, la piel y la seda, que se escapa de entre las manos, como se escapaba, el agua de la Cañaroa, cuando con las dos manos juntas intentábamos detener por siempre el agua.
    La piel de la mujer y la seda. !A que sí!. !Combinación perfecta!. !!!La sublimación!!!. !!La locura!!!. Y porqué no decirlo: !!La exagenaración de la lujuria en una noche dispuestos al despilfarro de los sentidos!!.
    Ni en Beninar vivía una Adelita, ni nadie tenía una novia que se llamase como la de la canción. Así que de sada, para las benineras y para los benineros, nada de nada, por más que se cantara la canción con la que empecé el escrito.
    Otra: "pena, penita pena, ..." - copla que también se camtaba - para agregar a los últimos años de Beninar.
    Yo creo, que si en Beninar se hubiese mantenido la producción de seda, con lo apañaicas y lo acendosas que eran nuestras paisanas, alguna de ella, con algún retalillo, se lo hubiesen acoplado a su cuerpo, para su disfrute y el de los demás. !!Pero!!, cuando se nace a destiempo, se suele recurrir, - cuando te llega la idea - a bajar la cabeza, a engurruñir los labios, a respirar hondo y a cabrearte.
    Este beninero, nacio a destiempo y aún no ha tenido entre sus manos un sayo de seda y a una mujer dentro.
    Saludos.

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  3. Olvide decir:
    En mi casa, en mi huerto, una de las cosas que primero planté, fue una morera y un algarrobo.
    La morera representa para mí la Alpujarra.
    El algarrobo, el árbol que quitó mucha hambre en todos los malos tiempos por los que pasó Beninar. Y en muchos sitios más.
    No recuerdo, en los últimos tiempos de Beninar ninguno de los dos árboles.
    !!Dos argumentos de peso, para empezar a justificar la desaparición de un pueblo!!.
    "El que Almería necesitase tener dos pantanos, ...".
    Respeto tus argumentos, pero no los comparto.
    Saludos.

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  5. En la repoblación tras los moriscos en Benínar se recogían 662arrobas de hoja de morera con la que se obtenían 12 onzas de simiente de seda.

    Los nuevos colonos estaban obligados a cultivar "conforme a las costumbres de la tierra", por lo que la seda seguiría, pero no igual, ya que los colonos procedían de lugares no sederos. Si a eso se añaden los diezmos especiales sobre "todos los frutos y de morales y olibares", tal como cita el reglamento de 1571, efectivamente la rentabilidad pudo ser bastante menor. El Censo de Ensenada, tal como indica Indaloxes, preguntaba dos siglos después por la seda, lógicamente para evaluar los impuestos que la gravarían.

    También pudo haber otro factor externo, relacionado con la progresiva degradación de la ruta de la seda debido a guerras, por lo que la exportación se dificultaría bastante.

    Por último, en el siglo XX, aunque ya la seda había desaparecido, las fibras sintéticas han puesto el listón de la rentabilidad tan alto, que parece imposible que a nadie se le ocurra cultivar seda actualmente en las alpujarras. Todavía se hace en China, con sueldos de China.

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