"Beninar era un pueblo pequeño, bonito, situado al pie de Sierra Nevada, con un río que adornaba el paisaje, sus árboles, sus buenas gentes, sencillas, humildes, todo un ejemplo para la época en que vivimos. Un pueblo tranquilo donde todos éramos amigos, familia.
Un pueblo que vivia de la agricultura, pero una agricultura familiar, donde se encontraba de todo: desde la mata de cardos hasta la ciruela o la patata; es decir no hacía falta salir de allí y encontrar de todo. Benínar era un paraiso de flores y árboles donde las fiestas eran como en familia, donde se acogía a la gente que venía de fuera de una manera especial.
Benínar tenía ese privilegio de tener un río que tenía agua casi todo el año. Recuerdo la Peña de la Jaca, donde nos bañabamos en verano. Era como una playa para nosotros. ¡Qué puente! Paseabamos los domingos, los mozos y mozas. De allí salieron muchas parejas.
El río se llamaba Río Verde, o Cuenca del Adra. Despues se llamó Río de Adra. Ahora pantano de Benínar. Nace en Sierra Nevada con dos afluentes, los mas importantes: El río de Ugíjar, y el río de Bayárcal. Sus correntías son muy importantes en época de lluvias: abarcan desde Turón, Murtas, Mecina Tedel, Cojáyar, Yejen, Válor, Laroles, Bayarcal, Paterna, Alcolea, Ugíjar, Cherín, Darrícal, entre otras. Pero lo mas importante es que todo era vega, todo estaba verde, de ese verde que da vida, esa agua cristalina, que corría por su cauce donde antiguamente iban a lavar sus gentes, aquellos molinos de harina y de aceite, la Fuente del Cejoz, la del Murallón, la Fuentecilla de la Virgen, todo un placer su estancia.
Recuerdo la Puerta del Sol, que daba al Reduto, donde de niño jugaba al fútbol, donde en verano se tomaba el fresco, donde en Navidad se jugaba a las caras. Añoro a mis amigos, a la gente que vivia enfrente. Recuerdo la puerta de la sacristía, a la pared de la Iglesia, donde los jóvenes jugábamos al frontón, casi siempre por Navidades o Semana Santa.
La Balsa de Pirondo se encontraba, subiendo para Hirmes, por encima de la Grajera, por encima de Las Chorreras, a la izquierda, subiendo hacia El Cortijuelo, Camino de Hirmes.
Benínar patria querida, Benínar de mis amores, quién estuviera en Benínar en distintas ocasiones..."
De Francisco Ramón, 25 de mayo de 2008.
Puro sentimiento, y con mucho conocimiento.
ResponderEliminarMás textos como este vienen muy bien aquí.