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sábado, 13 de diciembre de 2008

LO DEL PESEBRE, NO ES UN CUENTO (3)

Si miráis la foto que aparece en el comentario sobre el Cejol, donde aparece el cortijo La Mecila, podéis situaros en la siguiente historia.

Una parturienta, presenta dolores de parto, pero en aquellos tiempos en Beninar, a dicho acontecimiento había que darle su tiempo. Ello significaba, que el nacimiento estaba cerca y por ello, era cuestión de esperar.

La mujer se queda en casa con dolores de parto y el marido, - comportamiento “lógico para aquella sociedad”, donde el marido en este tipo de acontecimientos, debería permanecer al margen y si fuese posible, alejado del sitio donde nacería un nuevo hijo, - se marcha al trabajo cotidiano. Cuando regresa ya casi de noche a casa ve a su mujer en la misma situación que la había dejado.

Lo lógico es que hubiese avisado al médico del pueblo o a la Niña Carlota, para que se hubiesen responsabilizado de aquella situación. Pero el parto para aquella familia se consideraba un acontecimiento natural y de la misma forma que hacían las hembras, - animales incluidos, - en la soledad, la hembra, la madre, resolvería aquel trance.

Aquella hembra ya llevaba más de veinticuatro horas con dolores de parto, se supone, que a cada llegada de un dolor, mordiendo, chillando, y soportando.

Los chillidos de aquella hembra pariendo, llegan a oídos de algún beninero-ra, que pasaba cerca y es el que va a buscar el marido, - que había comenzado otra jornada más de trabajo, - para hacerle ver que aquella cara desencajada por el dolor, no era normal cuando se estaba pariendo.

El marido toma conciencia, se informa y busca un medio de transporte para que aquella mujer llegue hasta Berja para ser atendida por algún especialista.

A aquella mujer se le sienta en una mecedora prestada y es portada por dos hombres, hasta el Cortijo La Mecila, desde la cota del río hasta dicho cortijo, por una vereda que comunicaba, el cortijo con el río.

Aquella mujer en el más sublime agotamiento, es metida dentro del medio de transporte, incluida la mecedora, - puesto que la furgoneta, estaba sin asientos; estaba dedicada al transporte de capachos de fruta, - y llevada a Berja.

Que suma de impotencias acumuló aquel parto en Beninar al ver que aquella mujer, que había que hacer algo por ella, puesto que aún respiraba, pero el tomar decisiones, estaba vinculadas a la “lógica beninera”, que aquella mujer sólo estaba de parto.

3 comentarios:

  1. A mi juicio, la logica no funcionó, ya que la logica antaño, era: cuando una mujer se resestia a parir, por ser primeriza, por ser estrecha, o por venir de nalgas; se le hacia andar, montar en burro, o cargar con un cantaro en la cadera, para que al esfuerzo el feto o cria se pusiera en la postura adecuada para el nacimiento.

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  2. Me confirman que el día en que ocurrió dicho acontecimiento fue:
    13/05/1962.

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  3. Imaginar en ese día el fuestón que tenían en Portugal, en concreto en Fátima.

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